lunes, 3 de diciembre de 2007

Otra de celulares

En plena audiencia sonó un celular, el juez enojado pidió que confiese quién había asistido a Tribunales con un teléfono encendido, como nadie lo hizo, los 46 presentes fueron detenidos y 14 de ellos, terminaron en la cárcel. Tres años más tarde, el magistrado fue separado de su cargo por una comisión de disciplina.

El 11 de marzp de 2005 en el tribunal de la ciudad de Niagara Falls, Estado de Nueva York, el juez Robert Restaino llevaba a cargo la audiencia de seguimiento de un programa contra la violencia familiar, donde los participantes debían presentarse semanalmente durante seis meses, en general sin sus abogados.
Cuanto todavía no había pasado una hora desde el comienzo de la audiencia, el ringtone de un móvil interrumpió el discurso del juez. Éste, furioso, exigió que el propietario del "objeto desacatado" se identificara, amenazando con anular el control judicial de todos los presentes.
Nadie se declaró culpable y, como buen juez, llevó a cabo su amenaza: ordenó el encarcelamiento de las 46 personas, una por una. Muchos de los detenidos fueron liberados bajo fianza tras unas horas en la prisión municipal, pero 14 de ellos no pudieron pagar la cifra requerida y fueron enviados a la cárcel del condado.

No hay comentarios:

|