DICTADURA MILITAR (PRIMERA PARTE)
El país se encontraba en crisis sindical, había inflación y violencia constante. Hasta ese momento era gobernado por Isabel Martínez de Perón. A la una de la madrugada del 24 de marzo -1976-, Rogelio Villareal le informó que por decisión de la Junta Militar, las Fuerzas Armadas tomaban el control del país y quedaba arrestada.
A las 3:20 hs. se suspendieron los programas de radios, reemplazándolos por marchas militares, para comunicar al país la nueva forma de gobierno.
El objetivo inicial era el de salvar la Nación. Para ello el comandante en jefe del Ejército, jorge Videla junto al Almirante Emilio Masera y el brigadier Orlando Agosti tomaron el poder, disolvieron el Congreso, crearon la ley marcial* y dispusieron que la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea formarían parte del futuro gobierno con igual participación dando así, comienzo a una exterminación donde las víctimas eran los ciudadanos.
Desde el momento en el que el gobierno fue tomado, la prensa sufrió interminables represiones, dadas a conocer por medio del comunicado Nº 19, el mismo 24 de marzo:
“Se comunica a la población que la Junta de Comandantes Generales ha resuelto que sea reprimido con la pena de reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare comunicados o imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente dedicados a actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido con reclusión de hasta diez años, el que por cualquier medio difundiere, divulgare o propagare noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar, perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales”.
El gobierno militar era denominado por los artistas “genocidas de la cultura”. El “Proceso de Reorganización” estuvo a cargo de realizar una quema de todo libro catalogado como subversivo. Una de las destrucciones culturales más grande se realizó el 29 de abril de 1976 y los libros destruidos, entre otros, fueron las obras de Proust, García Márquez, Cortázar, Neruda, Vargas Llosa, Saint-Exupéry, Galeano, etc.
La censura con la música fue menos determinante, se prohibían cierto tipo de géneros, como por ejemplo el folklore o el rock nacional. Los cantantes que conseguían permanecer lo lograban utilizando metáforas en sus canciones y, de ese modo, podían burlar el sistema de represión cultural.
Los subversivos
Así eran llamadas las organizaciones guerrilleras, activistas y simpatizantes de movimientos de protesta.
Uno de estos grupos fueron los “Montoneros”. Era una organización armada argentina, sus acciones se realizaron mayormente entre los años 1970 y 1977.
Los montoneros se unieron con el objetivo inicial de lograr el desequilibrio y la derrota de la dictadura del año 1966 (Juan Carlos Onganía 1966-1970; Marcelo Levingston 1977-1971; Alejando Lanusse 1971-1973 y, por último, el General Perón).
Durante los primeros años –desde 1970 hasta 1974- contaron con el apoyo de grandes sectores populares hasta que el primero de mayo del mismo año se produjo un enfrentamiento público con el entonces presidente Juan Domingo Perón. Desde entonces sufrieron de un gran rechazo de parte de la sociedad y los sectores sindicales y políticos del peronismo.
La finalización del grupo llegó con el nuevo gobierno militar.
Crímenes cometidos por “montoneros”
http://ar.geocities.com/victorbevi/hechos_de_violencia_de_montonero.html
Los desaparecidos
Así se llamaban a quienes fueron secuestrados y, posiblemente, asesinados. El destino de esos ciudadanos era totalmente incierto, desaparecían como si nunca hubieran existido.
Los secuestros se realizaban generalmente a altas horas de la noche. Un grupo de personas, generalmente militares, ingresaba al domicilio de quienes buscaban apropiándose del sospechoso/a y de todo aquel que se encuentre en el lugar.
De allí se dirigían hacia alguno de los centros clandestinos. Y pasaban a ser miles de hombres, mujeres y niños de distintas edades y ocupaciones. Los porcentajes de desaparecidos fueron los siguientes:
En estos lugares famosos para la población - ESMA, el Vesubio, El Garaje Olimpo, El Pozo de Banfield, La Perla o el Comando del V Cuerpo de Ejército- se llevaban a los detenidos para torturarlos y asesinarlos.
Se estima que en total hubo 610 centros de detención. Todas las dependencias tenían una estructura en común: una zona de interrogatorios y torturas y otra donde alojaban a los secuestrados o “chupados”, según los represores.
Alicia Partnoy recuerda el horror vivido en “La Escuelita”, así se conocía al campo de detención que funcionaba en el V cuerpo de Ejército.
Nos cuenta que fue detenida por personal del Ejército casi al mismo tiempo que su esposo, Carlos Sanabria, el 12 de enero de 1977. Durante más de cinco meses estuvieron en condición de desaparecidos para sus allegados. En ese tiempo fueron víctimas de las peores torturas, tales como golpes continuos, humillaciones, picana (un instrumento con el que se transmite electricidad), condiciones de vida infrahumanas, sumergían a los prisioneros en una especie de aljibe durante horas.
“Constaba de dos habitaciones donde se encontraban las camas cuchetas en las que permanecíamos acostados los prisioneros. Cuando llovía, el agua caía a chorros dentro de las piezas, empapándonos ya que no nos podíamos mover. El piso de esas habitaciones era de madera, con huecos y roturas; las paredes amarillentas y las ventanas, altas y con rejas coloniales tenían postigos verde oscuro. Siempre espiando por debajo de la venda podía ver desde mi cama la inscripción A.A.A.”
En las próximas entregas analizaremos la desaparición y muerte del periodista Rodolfo Walsh, la apropiación ilegitima de bebés y la creación de los grupos “Madres y Abuelas de Plaza de Mayo”e “H.I.J.Os”, para poder comprender por qué para los argentinos cada 24 de marzo es un día triste y gris, aunque el sol brille.