jueves, 29 de marzo de 2007

VIOLENCIA INTRAFAMILIAR ENTRE CÓNYUGES

Sueños rotos, mujer golpeada

Toda mujer sueña con una vida perfecta, un hogar, una familia feliz; este sueño a menudo se convierte en una pesadilla cuando comprueba la verdadera personalidad de su compañero. Los golpes se hacen habituales y el acostumbramiento es tal, que termina causando la muerte de alguno de los dos.

Antes de comenzar, determinemos que la violencia intrafamiliar es la que ocurre en el ámbito del hogar y que no sólo se trata de golpes, sino también de agresiones verbales y psicológicas, que humillan y rebajan a la persona; amenazar de muerte a alguien de la familia, suicidio ó rapto de los niños; abuso económico: total dependencia y dominio sobre la economía del hogar; abuso sexual, obligan a la mujer a tener relaciones aun cuando no quieren, no las dejan tomar anticonceptivos y de quedar embarazadas las fuerzan a abortar. Otro tipo de violencia es el desprecio, la insultan hasta hacerla sentir mucho menos que él.

La violencia, generalmente, es progresiva. Comienza con una mala palabra o un empujón, luego puede seguir con una bofetada e insultos continuos hasta terminar en palizas y agresiones psicológicas.

Cuando se inician las agresiones la mujer no deja su hogar creyendo que sólo es algo pasajero, piensa que ese hombre tiene algún problema personal y hasta se siente culpable. Cuando pasa el tiempo y los malos tratos continúan, por diversos motivos, a veces por temores o por los hijos en caso que los tenga, tampoco pone punto final a esa situación. Llegado cierto punto la mujer se acostumbra de tal manera a ese trato, que cuando no es golpeada o maltratada, busca motivos para que la agredan.

Hay tres fases de violencia intrafamiliar. La primera es la acumulación de tensión, todo es como lo soñaban: él es dulce, tiene gestos especiales, como regalos o palabras de cariño continúas.
A medida que el matrimonio continúa, es stress y la tensión se acumula. Comienza a demostrar su agresividad en ciertos objetos, pegar portazos, arrojar y romper muebles, patear diferentes cosas.

La violencia se acrecienta cuando se descubre que a través de ella, se alivia la tensión, de esa manera, las agresiones se trasladan desde los objetos, a la mujer. El abuso físico y verbal continúa, la mujer comienza a sentirse responsable por el abuso. Llegado a este punto, el violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va, con quién está, etc.)
Luego de esta fase, comienza la segunda, que es la de la violencia aguda. El abusador hace una elección acerca de su violencia.

Como resultado del episodio de violencia, la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida.

La tercera y última fase es la del arrepentimiento o luna de miel. Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño. En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc. Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su severidad aumente. Si el golpeador no recibe ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.

Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez. El agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia, hasta terminar en la muerte

La violencia conyugal (también llamada violencia de género) deja serias secuelas psicológicas en la mujer, a veces luego de años de tratamiento no pueden recuperarse por completo. Esos daños van desde producir serios problemas psicológicos, hasta volverla una persona agresiva y distante del mundo, en casos extremos llega a vivir ajena a la realidad, no reconoce a nadie y su agresividad llega a tal punto, que es capaz de matar.

Existen diversas creencias y mitos sobre la violencia familiar. Se piensa que sólo ocurre en familias de bajo nivel socio-económico, la violencia familiar no es un mal de la baja sociedad, se produce en todas las clases sociales, sólo que la mujer maltratada, con menores recursos económicos es la más visible ya que pide ayuda en los organismos gubernamentales, en cambio, las personas de la alta sociedad prefieren callar por temor al “Que dirán”.

Mito Nº 2: Entre cónyuges no existe violación

Una quinta parte de las mujeres maltratadas son abusadas por su pareja, quienes las obligadas a realizar actos sexuales que no desean. Durante el periodo en el que agreden toman a la fuerza a la mujer.

Mito Nº 3 El embarazo detendrá la violencia.

Frecuentemente hay un aumento de la violencia durante el embarazo y muchas veces el primer episodio de agresión física se produce durante la gestación.

4º mito: Los hombres que maltratan a sus mujeres están enfermos y no son responsables por sus acciones.

No están enfermos, para ellos es normal, durante la infancia vivieron situaciones similares. Los hombres agresivos con su familia, por lo general, son hombres seductores y amables en su entorno normal.

El 7 de diciembre de 1994 se sancionó la ley 24.417 de protección contra la violencia familiar, se promulgó el 28 de diciembre del mismo año y se publicó en enero de 1995
La ley establece que toda persona que sufriese lesiones o maltrato físico o psíquico por parte de alguno de los miembros del grupo familiar, puede denunciar esos hechos, ya sea en forma verbal o escrita ante el juez con competencia en asuntos de familia y solicitar las medidas cautelares conexas conforme el articulo 1 de la citada ley.

Carlos, la historia de un hombre abusador

Carlos, el esposo de Tania, la golpea hasta desfigurarla, los episodios de violencia familiar son repetitivos, estando sobrio y ebrio. La mujer atrapada en su infierno familiar no logra desprenderse del hombre por dos razones básicas: “lo ama, y no quiere que sus criaturas crezcan sin padre”. Prefiere que vivan con el diablo de su marido a vivir solas. Además el miedo que el hombre infunde luego de tantos años de maltrato, la paralizan. Las víctimas disminuidas en su autoestima, acaban aceptando, permitiendo y necesitándolo.

La violencia intrafamiliar nunca termina, incluso asesina a un hombre bueno por celos delante de su familia, y obliga a la mujer a presenciar el asesinato volviéndola cómplice. El maltrato se extiende a una de sus hijas. Tirsa, la protagonista de la historia. A quien viola sexualmente y maltrata psicológicamente por años. Las descripciones de éstos hechos son fuertes y desgarradoras.

“A mí me daba miedo contarle la verdad, porque me acordé que mi mamá quería de forma ciega a mi papá, mejor dicho demencial, porque por más mal o más grande que hubiera sido la paliza que le hubiera dado ella siempre lo soportaba, una mujer normal no puede tener el aguante de ella, se necesita estar loca o ser testaruda”.

“Carlos se llevó a su hija Tirsa para Chalchuapa a visitar a la familia. Cuando regresaban pasaron por la ciudad de Santa Ana, donde Carlos obligó a la niña a pasar a un hospedaje, donde abusó de ella, aunque lloraba y le pedía clemencia, Carlos la amenazó que si no obedecía, al llegar a la casa se iba a desquitar con Tania, la mamá y la forzó a permanecer ahí hora y media. Cuando ambos llegaron a casa, Tania al ver a Tirsa, le preguntó: “¿por qué traes los ojos como si has llorado? ¿Qué te pasa?”.

Tirsa, soporta, lo oculta, sufre en silencio. Pero un día su madre se entera y le hace clic en su yo más profundo, ella da el apoyo a su hija y juntas deciden escapar. El hombre malvado y perverso pagará su culpa.

Donde acudir

Ciudad de Buenos Aires Equipo de Prevención de la Violencia Familiar Secretaría de Educación Ayacucho 953

Río Gallegos
Desafíos y Compromisos, ONGTe: 02966-438634-

Córdoba Córdoba Solidaria: Programa de Prevención y Asistencia a la Violencia FamiliarAvenida Vélez

Corrientes Asociación Alfonsina Storni Colón 250, Monte Caseros 03775-422544

Entre Ríos Proyecto Mujer Universidad Nacional de Entre Ríos La Rioja 6, Paraná 0343-4310189

Formosa Asociación Civil "Centro de Capacitación El Amanecer" Sarmiento 23 Dpto. 16, Formosa 03717-425536/427889

Jujuy Centro de Asistencia a la Mujer Maltratada Avenida Siria 199 Dto. 12-Block "A"-Bº. Salvador Mazza, San Pedro 03884-424631

La Pampa Grupo de Autoayuda a Mujeres Maltratadas Av San Martín 762, Gral Pico

Tierra del Fuego Coordinación de Planeamiento Sanitario Ministerio de Salud y Acción Social San Martín y Roca, Ushuaia 02901-421888 Int. 212-213

Tucumán Fundación por la No Violencia Doméstica Mahatma Gandhi Balcarce 903 1º Dpto. D, San Miguel de Tucumán


COLUMNA DE OPINIÓN

Todos nacemos libres, todos somos seres humanos, todos somos diferentes.
¿Por qué esa libertad se pierde? ¿Por qué la mujer pasa a ser la esclava del hogar? ¿Por qué es sólo un objeto a quien usan y si no hace algo como su “dueño” lo ordena, la golpean hasta más no poder?
Esto es uno de los pocos males que a pesar de ser mundial, ni el gobierno, ni las ONG’s, ni el dinero pueden solucionar. Sólo esa mujer y ese hombre pueden parar una situación así.
Me sorprende que a pesar de la pesadilla que se vive en la intimidad, ninguno de los dos pida ayuda a un profesional, pero como ya dije en mi informe, es un problema que va más allá, no son consientes de lo que hacen, sólo lo hacen como algo normal.
No tuve la intención de contar nada nuevo, sólo de mostrar el sufrimiento de las personas que padecen esta situación. No hay victima y victimario, tanto el agresor como la agredida y el resto de la familia sufren.
¿Forma parte de la violencia conyugal el hecho que cuando la mujer tiene el valor de realizar la denuncia la agresión ante la policía, ellos la someten más con gestos, burlas o el nuca tan bien ponderado "Algo hiciste..." "te cazó con otro...", etc.?
¿Por qué la prohibición del marido a que la mujer trabaje, no es violencia conyugal?
¿No forma parte del cuadro el tener que soportar a los amigos del marido y si no lo hace la golpea?
¿Por qué no existen comisarías para mujeres donde se puedan atender las problemáticas de la violencia?
Señores… sin palabras.

Estadísticas

El 50% de los hogares padece de alguna forma de violencia.

Una quinta parte de las mujeres maltratadas sufren violaciones de parte de su pareja.

En España, entre 60 y 70 mujeres mueren por año en manos de su pareja

Un promedio anual de 3.500 casos de violencia doméstica han sido atendidos por el Centro Municipal de La Mujer de Vicente López de Buenos Aires
Fuente: Informe Nacional de Argentina sobre Violencia de Género

Para las europeas de 16 a 44 años la violencia en el seno del hogar se han convertido en la primera causa de invalidez y de muerte

Hasta un 70% de las mujeres víctimas de asesinato perecen a manos de sus cónyuges o compañeros (A, OMS, 2002).

En Kenia, al parecer más de una mujer moría cada semana a manos de su compañero (E, Joni Seager, 2003).

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