BEBIDA PRISIONERA
Todos creemos en algo y lo defendemos hasta mas no poder, sin darnos cuenta que existen otras opiniones válidas. Esto es algo que el Señor George Robison y la señora Elisa Kelly tienen muy en claro, ya que por ser complacientes con su hijo, ahora cumplen condena en una prisión de Estados Unidos.
George Robinson, de 52 años, y Elisa Kelly, de 42, cumplen en una cárcel de Virginia una pena de dos años y tres meses entre rejas. Están acusados de haber comprado cerveza y vino para la fiesta de cumpleaños de uno de sus hijos, Ryan, en agosto del 2002, cuando cumplía 16 años.
La fiesta, realizada en una noche de verano, llamó la atención de un vecino que a su vez, se comunicó con la policía. Allí descubrieron que había una treintena de adolescentes, de edades que iban desde los 12 a los 18 años, celebrando la fiesta. Al observar la presencia policial algunos se escaparon por el patio trasero.
En Estados Unidos, un joven puede obtener licencia de conducir a los 16 años, está en condiciones de ir a la guerra desde los 18, y a la misma edad puede ser condenado a cadena perpetua, pero no puede consumir bebidas alcohólicas hasta los 21.
La madre y el padrastro del cumpleañero manifestaron que temían que los jóvenes fueran a consumir alcohol de todas maneras, en la casa o fuera, y tuvieran un accidente o se involucraran en problemas, por lo que prefirieron dárselo ellos y controlar su conducta.
La madre retuvo todas las llaves de los vehículos para evitar que se pusieran al volante ebrios, y pactó que no abandonarían la vivienda. Si bien los adolescentes bebieron, no hubo ningún accidente. Los análisis de alcoholemia mostraron que algunos de los asistentes a la fiesta no habían consumido nada, y otros dieron unos niveles muy moderados de alcoholemia.
Durante el juicio, Robinson y Kelly se reconocieron culpables, pero dijeron haberlo hecho pensando en los chicos. La sentencia inicial para la pareja –sin antecedentes penales previos- fue de ocho años de prisión pero debido al proceso de apelaciones terminó reduciendo la pena a 27 meses de prisión.
El hecho dejó serias secuelas en el hijo mayor, Ryan, para quien se realizó la fiesta. Abandonó los estudios y su sentimiento de culpabilidad hizo que se ofreciera a cumplir la condena en lugar de su madre. A su vez tuvieron que almacenar las pertenencias de la madre del adolescente hasta que ésta recupere la libertad. Mientras tanto, los niños vivirán con su padre biológico.
Si bien esta normativa es una de las mas estrictas en los EE. UU., no logra acabar con la problemática del alcohol en adolescentes. El índice de accidentes de transito en menores de edad alcoholizados, se incrementa cada día mas, y mientras tanto en vez de dedicarse a analizar los centros ilegales donde se les vende alcohol o explicarles el por qué no se puede beber, arruinan familias como esta.
George Robinson, de 52 años, y Elisa Kelly, de 42, cumplen en una cárcel de Virginia una pena de dos años y tres meses entre rejas. Están acusados de haber comprado cerveza y vino para la fiesta de cumpleaños de uno de sus hijos, Ryan, en agosto del 2002, cuando cumplía 16 años.
La fiesta, realizada en una noche de verano, llamó la atención de un vecino que a su vez, se comunicó con la policía. Allí descubrieron que había una treintena de adolescentes, de edades que iban desde los 12 a los 18 años, celebrando la fiesta. Al observar la presencia policial algunos se escaparon por el patio trasero.
En Estados Unidos, un joven puede obtener licencia de conducir a los 16 años, está en condiciones de ir a la guerra desde los 18, y a la misma edad puede ser condenado a cadena perpetua, pero no puede consumir bebidas alcohólicas hasta los 21.
La madre y el padrastro del cumpleañero manifestaron que temían que los jóvenes fueran a consumir alcohol de todas maneras, en la casa o fuera, y tuvieran un accidente o se involucraran en problemas, por lo que prefirieron dárselo ellos y controlar su conducta.
La madre retuvo todas las llaves de los vehículos para evitar que se pusieran al volante ebrios, y pactó que no abandonarían la vivienda. Si bien los adolescentes bebieron, no hubo ningún accidente. Los análisis de alcoholemia mostraron que algunos de los asistentes a la fiesta no habían consumido nada, y otros dieron unos niveles muy moderados de alcoholemia.
Durante el juicio, Robinson y Kelly se reconocieron culpables, pero dijeron haberlo hecho pensando en los chicos. La sentencia inicial para la pareja –sin antecedentes penales previos- fue de ocho años de prisión pero debido al proceso de apelaciones terminó reduciendo la pena a 27 meses de prisión.
El hecho dejó serias secuelas en el hijo mayor, Ryan, para quien se realizó la fiesta. Abandonó los estudios y su sentimiento de culpabilidad hizo que se ofreciera a cumplir la condena en lugar de su madre. A su vez tuvieron que almacenar las pertenencias de la madre del adolescente hasta que ésta recupere la libertad. Mientras tanto, los niños vivirán con su padre biológico.
Si bien esta normativa es una de las mas estrictas en los EE. UU., no logra acabar con la problemática del alcohol en adolescentes. El índice de accidentes de transito en menores de edad alcoholizados, se incrementa cada día mas, y mientras tanto en vez de dedicarse a analizar los centros ilegales donde se les vende alcohol o explicarles el por qué no se puede beber, arruinan familias como esta.
4 comentarios:
Ciertamente, este tema desde el resto del mundo se ve como una inconcluencia, yo desde España veo eso como algo tercer mundista, estoy en contra del alcohol totalmente, pues no bebo nada, pero si entiendo que un joven de 18, que puede ir a la guerra a matar a otro ser humano, no pueda beber, asta 3 años después, EE.UU. da lecciones de moral, y de civismo, en cosas banales, sin impórtales las consecuencias que eso repercutan a las familias, Romi como siempre te digo, animo cielo, sigue así, esta línea que te has marcado es estupenda para la denuncia, un beso M.P.
Hola Ro. Gracias por pasarte por mi flog. Leí tu nota, la verdad que el tema del alcohol es terrible, yo no soy de salir, y a veces me critican eso, pero la verdad ..salir a divertirse es emborracharse y romper todo?. Yo la verdad no lo entiendo. Cuando salgo y veo a chicos de mi edad o más chicos en ese estado la verdad que me da miedo y me deprimo mucho.Estados Unidos es un caso especial, eso de ir a la guerra y no poder beber es un horror. Buena nota amiga!, cuidate. besos!
bueno cielo como sabes vivo en estados unidos y mis hijos son ciudadanos americanos, yo veo muy bien la medida de no permitir a los jovenes tomar hasta los 21, los que estan en la guerra inclusive el gobierno les suministra cigarros y sabra dios que mas. pero el hecho aqui, si quieres ir a la universidad pidiendo un prestamo estudiantil, tienes que enlistarte en el servicio militar por ley, pero en cuanto a los antros la edad legal para tomar es 21, por que te puedes imaginar una discoteca llena de jovenes de 18 anos, y lo peor con licensia de conducir! ir a la gurra nadie te obliga, tomar tampoco, asi que de quien es la culpa, del gobierno? no claro que no!
hu..te dicen cielo te dicen corazon y a mi me echaste por decirte amor
bueh. de cualquier modo buena nota.
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