martes, 11 de diciembre de 2007

El beso prohibido

El beso es una de las máximas expresiones de amor, aunque no siempre fue así. Antiguamente, este acto era un sometimiento de parte de las mujeres para que sus maridos comprobaran que no habían bebido.

Antiguamente una ley romana creada por Rómulo prohibía beber vino a las mujeres. Los maridos al llegar a sus casas debían obligar a sus esposas a exhalar su aliento mientras acercaban sus labios a los de ella para comprobar que hayan cumplido con lo ordenado. Si olían a alcohol, las mujeres eran castigadas con penas tan severas como las reservadas a las adúlteras.


Esto se dio a conocer por los historiadores griegos Polibio de Megalópolis y Plutarco; y los romanos Aulus Gellius y Valerio Máximo, que vivieron entre los dos últimos siglos de la vieja Era y el primero de la actual.


Rómulo, primer rey de Roma, le prohibió a las mujeres beber "temetum" -vino puro- y estableció la absoluta abstinencia para ellas. Polibio relató en su Historia de Roma que en torno a esta ley, a las mujeres no se les permitía guardar las llaves de la bodega y se las obligaba a exhalar diariamente su aliento ante sus parientes y los de su marido, para demostrar que no habían bebido.


Según Rómulo el alcohol ponía en peligro la rectitud de la conducta en las mujeres, tan necesaria para aquella época. Sin embargo, estaba permitido beber vino cocido (la cocción evapora el alcohol) o hecho con pasas y mezclado con azafrán, aloe y mirra, para dar buen aliento.


Para Plutarco, la costumbre de los besos y abrazos surgió a partir de una ley aún más estricta: además de aspirar el aliento, los maridos debían rozar los labios de sus esposas para asegurarse de que no hubieran tomado "temetum".


"Mulier si temetum biberit domi ut adulteram puniunta ", decía la ley, lo que puede traducirse como "si una mujer bebe vino en casa, ha de ser castigada como una adúltera". En Vidas Paralelas , Plutarco dice que en esa época estaban prohibidas las manifestaciones públicas de cariño entre los esposos y cuenta que Catón removió del Senado a Manilio porque besó de día a su esposa a la vista de su hija.


Valerio Máximo dice en Memorabilia que Egnatius Matellus mató a golpes de fusta a su esposa, porque había bebido vino, hecho por el que ni se le acusó ni se le reprendió porque la mujer que toma cierra la puerta a las virtudes y la abre a los vicios.

En Noches Aticas , Aulus Gellius dice que "las mujeres de Roma y del Lacio debían ser toda su vida abstemias, y abstenerse del uso del vino llamado temetum en la antigua lengua. El beso que daban a sus parientes servía de prueba: si habían bebido vino, el olor las delataba y recibían reconvenciones".


Antes, el beso era una forma de castigo, luego, cuando comenzó a volverse más apasionado llegó
a prohibirse por ser un "acto de más grave que la falta de decoro femenina". En aquella época nunca hubieran imaginado lo que se sabe en la actualidad. Por ejemplo, un sólo beso quema de 3 a 12 calorías; pone en movimiento 12 músculos labiales y 17 linguales; eleva por las nubes la secreción de hormonas; y acelera las pulsaciones cardíacas de 70 a 140 por minuto.

La prohibición del beso existió, pero no se sabe con certeza si fue a raíz del escandalo, por el gesto de Judas, que entregó a Jesús marcándolo con un beso; o debido a una epidemia de herpes.

Tips amorosos:

En la Edad Media, el hombre que besaba a una mujer era obligado a casarse con ella.

En épocas de la Revolución Industrial, se prohibió besar en la boca en público.

En la primera mitad del siglo XX, Hollywood evitó los besos apasionados en el celuloide, pero en los años 60, la gente se tomó revancha y comenzó a darse besos "de película" en la calle, al son de la píldora anticonceptiva que acababa de irrumpir.

Durante los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, el gobierno chino ha dispuesto que serán detenidas las parejas que se besen delante de una cámara de vigilancia, ya que esto será interpretado como "secuestro o robo".

Los esquimales: se besan frotándose la nariz, lo que seguramente se relaciona con el ambiente en el que viven. Es una forma de darle calor a esa zona de la cara.

Los rusos: besan en la boca a sus hijos y los agentinos, en la mejilla. Los franceses a ambos lados de la cara y para los suizos, son tres besos.

Este es uno de los raros casos donde del machismo del hombre, nació algo bueno.

(Publicado simultaneamente en NO publicable)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mira vos con los romanos!
Realmente suenan divertidas las ideas de un pueblo cosiderado en su epoca como adelantado y que ademas era reconocido por su lascivia y pasion por el erotismo.
Romina, me encantan est tipo de curiosidades historicas...
El Mercenario

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