Seis años del secuestro de Betancourt
En medio de un clima de gran presión internacional para su liberación, la ex candidata presidencial cumple hoy un nuevo aniversario de su rapto. Desde el 23 de febrero de 2003, cuando la guerrilla la interceptó junto a Clara Rojas, sólo fueron difundidos tres videos con pruebas de vida.
La ex candidata presidencial colombiana, Ingrid Betancourt, cumplirá este sábado seis años de secuestro en poder de las FARC, pero en un clima de mayor presión internacional que le permite a sus familiares aguardar esperanzados su liberación.
Convertida en casi un ícono del drama de los secuestrados en Colombia a manos de los grupos guerrilleros, la franco-colombiana lleva seis años en la selva y sus familiares reclaman urgentes negociaciones temerosos por lo que consideran -según las últimas pruebas de vida difundidas- su precario estado de salud.
La preocupación por Betancourt, quien se encuentra en el grupo de las 45 personas canjeables por las FARC, también motiva las gestiones diplomáticas internacionales encabezadas por Francia y respaldadas por España, Suiza, Brasil, Cuba y Venezuela.
El aniversario del secuestro será recordado este sábado a las 12 en una misa organizada por sus familiares en la Iglesia del Gimnasio Moderno, de Bogotá, y en una serie de actos organizados en Francia por distintas asociaciones.
Betancourt fue secuestrada el 23 de febrero de 2002 cuando viajaba con su compañera de fórmula vicepresidencial, Clara Rojas, al pueblo de San Vicente del Caguán, cinco días después que se rompieran los diálogos de la guerrilla y el gobierno del conservador Andrés Pastrana.
Desde entonces sólo fueron difundidos tres videos que daban muestras de que seguía con vida. El primero el 23 de julio de 2002, otro el 30 de agosto de 2003 y el último el 30 de noviembre, cuando el gobierno colombiano interceptó a mensajeros que llevaban fotos y videos que iban a ser entregados a Hugo Chávez.
Esas imágenes muestran en difíciles condiciones a varios rehenes, entre ellos Betancourt, quien aparece en la imagen encadenada a un banco rústico de madera y muy delgada.
Las expectativas se multiplicaron cuando las FARC entregaron el 10 de enero último a delegados de Chávez a la ex compañera de fórmula de Betancourt, Clara Rojas, y a la ex congresista Consuelo González; a las que se podrían sumar otros tres rehenes cuyas liberaciones fueron anunciadas por las FARC este mes.
Juan Carlos Lecompte, esposo de la ex candidata, dijo a Télam desde Colombia que el caso de Ingrid y los secuestrados "se está moviendo gracias a la internacionalización del problema, y los familiares tenemos un poco más de optimismo, expectativa y esperanza".
Pero más allá de la confianza por los diálogos con la guerrilla, Lecompte afirmó que la espera es "una angustia permanente sabiendo de las órdenes de rescates militares que dispuso el presidente (de Colombia Alvaro) Uribe a sabiendas de que es una condena a muerte segura para el secuestrado".
La figura de Betancourt trascendió por sobre los más de 700 secuestrados que se estiman están en manos de la guerrilla, y para su esposo eso se debe a "una trayectoria política de lucha frontal contra la corrupción, el narcotráfico y contra los vínculos de la clase política con los paramilitares y los narcos".
En el caso de Betancourt, la figura del presidente venezolano Hugo Chávez aparece siempre mencionada por los familiares, quienes depositan en el bolivariano -así como en el gobierno francés de Nicolás Sarkozy- sus mayores expectativas por las negociaciones que pueden llevar adelante.
Como parte del interés demostrado por Francia, el canciller galo, Bernard Kouchner, se reunió este jueves con el presidente colombiano Alvaro Uribe, en sus esfuerzos por obtener la liberación de todos los cautivos.
El 6 de mayo pasado, Sarkozy en su primer discurso tras ser electo presidente de Francia, subrayó su preocupación por la suerte de Betancourt.
Pero el involucramiento francés quedó demostrado en distintas ocasiones, en particular con el registrado el 9 de julio de 2003 cuando el gobierno galo envió un avión a Manaos, en la Amazonia brasileña, para una eventual liberación de Betancourt, en una operación secreta que fracasó.
Yolanda Pulecio, madre de Ingrid, espera que el presidente venezolano logre "la liberación de los retenidos civiles (para después) propiciar el proceso de intercambio humanitario de combatientes", según declaraciones que reprodujo la Agencia Bolivariana de Noticias.
En su opinión, el presidente Uribe no quiere hacer el intercambio de 43 rehenes de la guerrilla por unos 500 rebeldes presos que propone las FARC, y se mostró confiada en las gestiones de Chávez.
"Afortunadamente, se logró el apoyo de Chávez", dijo Pulecio quien aseguró sentir "terror de que el gobierno (colombiano) sepa dónde está Ingrid", porque añadió que las autoridades dirían que "la guerrilla fue la que terminó con Ingrid, y así justifica la guerra Uribe".
Desde París, el ex marido de Ingrid, Fabrice Delloye dijo que "el presidente colombiano es responsable y contable de las vidas" de los rehenes de la guerrilla, y llamó al mandatario a "aceptar un diálogo con las FARC".
Delloye insistió en una conferencia de prensa que "la responsabilidad de Uribe es extremadamente clara" de lo que pueda pasar en los próximos días y semanas, y en que "no hay nada por encima de la vida".
Fuente: Telam
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