Dime cuál es tu fantasía y te diré a qué país ir

Cada país tiene sus comidas típicas, sus costumbres y ¡Hasta sus hábitos sexuales!. Eso determinó el estudio realizado por la revista española FHM del que formaron parte 18.746 mujeres de 31 países hablando sobre sus costumbres a la hora de hacer el amor.

El trabajo determinó que en Barcelona el 53% de las mujeres tuvo sexo en la vía pública. En Rusia el 93% dijeron ser fanáticas de la "postura del perrito", en cambio para las habitantes de Serbia, la mejor práctica es el bondaje (ataduras durante el sexo), al menos en el 70% de los casos.

Para el 30% de las españolas, su mayor fantasía es hacer el amor más de cuatro veces por noche. El 36% de las australianas se acostó con otra mujer en alguna ocasión y otro 10 % de ese mismo país intentó practicar sexo con un animal.

El mayor récord fue para las mujeres de Suecia y Tailandia, quienes se masturban entre 6 y 8 veces por semana. Ellas buscan autosatisfacerse, pero en cambio, las francesas son quienes menos conformes están y afirman que en promedio sus actos sexuales alcanzan sólo los 20 minutos y eso no es suficiente para realizar todo lo que querrían.

De todos modos, el resultado más sorprendente viene de parte de Suecia, donde el 23% decidió cortar una relación sexual en pleno climax por el mal olor de su compañero.

Las zaragozanas practican sexo todos los días, al menos un 30% mientras que sólo el 7% de las barcelonesas cumple con eso. En Valencia, las más fogosas del mundo, aseguran haber estado con tres o más amantes en 24 horas.

Además, el 40% de las nativas de Zaragoza protagonizó un video porno casero. ¿Cómo califican ellas su vida sexual? Claro, con un 10.

Cuando se les preguntó qué quieren, hubo peticiones tan variadas como insólitas. El 11% de las madrileñas y vcalencianas desea cambiarle el tamaño del pene de sus parejas. En Barcelona el 29% asegura excitarse más con material porno que con la vida real y el 3% de las madrileñas reconoce ser incapaz de llegar al orgasmo si no piensa en otra persona.

Y usted, ¿Qué país, digo, fantasía prefiere?